domingo, 20 de octubre de 2013

Capítulo 24.

Narrado por Gin.

Me despierto escuchando a Julia ducharse, hoy hemos quedado para comer todas las chicas juntas.
Mientras me empiezo a retorcer en la cama como hago siempre, noto como las sábanas tienen un cierto olor a one million. Imposible, Dani ayer estaba en su habitación cuando me fui, serán imaginaciones mías.
¿Qué hora será? Miro mi móvil.

10.12

Genial, me he quedado dormida se suponía que tenía que levantarme temprano para hacer la maleta, ducharme, llamar a Paula... Pero como siempre yo voy con prisas.
Me levanto de un salto de la cama, y empiezo a hacerla, oigo que la puerta del baño se abre.
- ¡Julia por que no me has despertado, no me va a dar tiempo a nada!- digo mientras sigo haciendo la cama.
- Buenos días bella durmiente.- dice una voz de chico un poco ronca todavía debido a haberse levantado hace poco.
Me giro sin creerme todavía la voz que acabo de escuchar, y allí veo apoyado en el marco de la puerta a un chico moreno, con el pelo mojado envuelto sólo en una toalla.
- ¿Debería empezar a tener miedo de ti?- le pregunto a Dani.
- No lo creo.
- Bueno la pregunta inminente, ¿qué haces aquí?
- Vaya tu sueño es profundo, pues mira esta mañana llego tu amiguita Julia a las ocho de la mañana a mi habitación diciéndome que se iba a ir a hacer unas cosas y que te despertara a las nueve que tenías que hacer cosas.- me reí cuando Dani dijo esto, lo responsable que es Julia llega a asustarme a veces.- Así que como estaba despierto y tu sola aquí, decidí venirme a hacerte compañía.
- Y te has acostado en mi cama, por eso huele a one million.
- Exacto, la pena ha sido que no te despertaras tenía la esperanza que termináramos lo que empezamos ayer...
- ¿Y por qué no me despiertas?
- Estabas tan mona dormida, si hasta se te caía la baba, me parecía una crueldad despertarte.
- Pues ahora gracias a eso no me va a dar tiempo a nada.
- No lo creo.- y mientras dice esto señala con la cabeza hacia la puerta de mi habitación donde esta mi maleta con toda mi ropa metida.- La verdad es que todo lo gordo lo hiciste ayer, así que sólo me ha quedado meter dos cosas de nada. 
- Vaya... Gracias Dani en serio, mierda tengo que llamar a Paula.
- Se ha adelantado ella, lo he cogido yo, por cierto me ha hecho un interrogatorio sobre que hacia yo en tu habitación- típico de Paula- el caso es que se pasan a por ti a las seis y media, el avión sale a las siete.
- Dani no se cómo agradecértelo de verdad, aunque creo que se me olvida algo.
- Pasa el día conmigo.
- Me encantaría pero, he quedado con las chicas para comer y...
- Ya he pensado en eso, tu tranquila confía en mi.
- Bueno está bien.
- Venga dúchate y vamos a Starbucks a desayunar algo.

Mientras me ducho sigo pensando que se me olvida algo, pero no le doy mayor importancia. Recojo mi pelo en una trenza de espiga, no tengo ganas de desenredar mi pelo rizado, me pongo una sudadera azul marino de hollister, unos vaqueros, mis converse blancas bajas y un pañuelo de lana rojo.
Dani estaba fuera esperándome muy guapo, y con ese inconfundible olor a one million.

Llegamos a Starbucks y pedimos un frapuccino un caramel macchiato y dos munffings.

- ¿Bueno, verás a alguien especial en Madrid?
- ¿A alguien especial?
- Si, a alguna amiga o amigo...
- Por favor Dani.
- ¿Qué?
- Después de todo no me digas que me vas a preguntar si voy a ver a algún chico en Madrid.
- Pues sí.
- Vaya no creia que fueses tan celoso.
- No soy celoso.
- Si tu lo dices... ¿Y tú?
- ¿Yo qué?
- ¿Vas a ver a alguna chica?
- A mi madre y a mi hermana posiblemente.
- Dani...
- Es verdad.
- ¿No me digas que el rompecorazones del internado no tiene en mente una chica con la que tener algo estas vacaciones en Madrid?
- Pues sí tengo una.
- Lo sabía.- digo con una sonrisa aunque por dentro me estuviera muriendo.
- Esa chica eres tú.
En el momento que Dani pronuncia esas palabras mis ojos se abren e intento parecer normal ante lo que me acababa de decir Dani.
- Eh... Yo...
El tema de "Treasure" de Bruno Mars empieza a sonar. Salvada por la campana. Le digo a Dani que me disculpe y salgo a hablar fuera.
- ¿Sí?
- Gin, ¿dónde estás?- la voz de Ángela sonaba aún más aguda por teléfonos y más cuando se impacientaba.
- En Starbucks con Dani, ¿por qué?
- ¡Gin! Me habías prometido ir de compras antes de ir a comer.
- Mierda, sabía que se me olvidaba algo, lo siento te espero en la puerta de Starbucks ¿vale?
- Esta bien, pero me tendrás que invitar a un frapuccino de fresa para que te perdone.
- Hecho.
- Nos vemos ahora, ciao.
- Hasta ahora.

Entro a Starbucks y veo a Dani terminandose su muffing, y desde lejos veo su boca llena de chocolate.
- Dani, lo siento olvidaba que tenía que ir con Ángela de compras.
- Tranquila, ¿nos vemos esta tarde no?
- Por supuesto, por cierto límpiate la boca la tienes llena de chocolate.
- Lipiamela tu, con la tuya.
Le miro levantando una ceja.
- ¿Qué pasa no te atreves?
Justo cuando termina de decir esto empiezo a darle besos por todos los sitios por donde tiene chocolate lo que acaba en besos con sabor a chocolate.
- Ejem ejem.
Dani y yo nos damos la vuelta y vemos a Ángela con su pelo rubio liso y su flequillo perfectamente planchado.
- Me encantáis chicos, pero me van a cerrar las tiendas y no he estado ahorrando todo este mes para que llegue una fulana y se lleve los zapatos que escondí la semana pasada.
- Nos vemos esta tarde.- le digo dándole un pequeño beso.
- Quiero mi frapuccino Ginebra.
- Buena suerte.- me dice Dani guiñandome un ojo.
- Deja de llamarme Ginebra.
- Esta bien, quiero mi frapuccino Gin.
- Ya voy pesada.
Le compro el frapuccino a Ángela y vamos pasando por todas las tiendas del centro de Londres, acabamos la mañana llenas de bolsas con ropa rebajada, si no no la hubiéramos podido comprar, y vamos al restaurante donde habíamos quedado para comer.

A las cinco llegamos a la residencia y nos vamos a descansar antes de despedirnos del internado hasta enero.
Decido escuchar un poco de música hasta que Paula llegue a por mi. Antes de darme cuenta las seis y media llegan, me despido de Julia diciendo que estaremos en contacto.
Salgo a la puerta y veo a Paula y a su novio en el coche, mientras suben las maletas me acuerdo de Dani, no me he despedido de el, pero parece que el estaba pensando lo mismo que yo.
- ¡Gin!- veo que se acerca corriendo hasta el coche.
- Dani, lo siento no se dónde tengo la cabeza soy un...
Pero antes de que termine me calla con un beso, un beso de varios minutos en el que nuestras lenguas juegan hasta que mi hermana Paula nos interrumpe.
- Gin tenemos que irnos o perderemos el avión.
- Vale, ya termino.
- Gin, ¿que va a pasar entre nosotros?
Me acerco a su cuello y le doy un beso, después en su oreja le susurro.
- Llámame e iré donde me digas.
Después le doy un último beso y me monto en el coche.
- Lo haré.- oigo que me dice desde fuera y le lanzo un beso antes de que el coche arranqué hacia el aeropuerto.

Ya en el avión, con la música puesta planeo mis vacaciones perfectas.

Pero es que no todo va a salir como yo pensaba y mis vacaciones no serían tan perfectas

1 comentario:

  1. AYYYYYY SON MONISIIIIMOSSS JJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ME ENCANTAN! Un besito cielo! :)

    ResponderEliminar