Después de un rato de besos.
- Tenía muchísimas ganas de hacer eso.
- ¿El qué?
- Besarte.
- Empalagoso.
- ¿No te gusta esta faceta romántica mía?
- Mm pues no se que decirte, me gusta la mezcla de las dos.
- Me parece una buena elección, ¿bueno a donde vamos a ir?
- A patinar sobre hielo.
- Oh, que romántico.
- Bueno si te parecen románticas las tortas que nos vamos a dar...
Y cuando dice esto suelto una carcajada, es única.
Llegamos a las cinco a la pista de patinaje y pedimos los patines un 41 para mi y un 38 para ella. Y cuando entramos a la pista para mi asombro ella patina genial. Yo por el contrario voy andando sobre el hielo literalmente.
- No sabía esta faceta tuya de patinadora.
- Llevo viniendo a patinar muchos años, de pequeña quería ser patinadora profesional.
- Vaya, no lo sabía.
- Hay muchas cosas que no sabes de mi guaperas, ven anda que te ayudo.- me coge la mano y empezamos a patinar juntos.
Después de una hora así a las seis salimos muertos de todos los golpes que nos hemos dado.
- Creo que esto del patinaje te lo dejo a ti.
- Me parece que será lo mejor.- dice riendo.
- ¿Y ahora qué?
- Pues lo que más me apetece a mi con el frío es un chocolate caliente y unos churros.
- Lo estoy deseando.
- Pues vamos.
Vamos a una churrería que no esta muy lejos de la pista y pedimos un churro para cada uno y una taza de chocolate caliente.
- ¿Jugamos a un juego?
- ¿A los típicos que nos ponemos perdidos y nos tenemos que chupar el uno al otro?- dice mirándome picara.
- Más o menos, a ver yo pongo chocolate en cualquier sitio y tu lo chupas y tienes que adivinar donde lo he untado.
- Me das miedo.
- Venga empiezo.
Le tapo los ojos con una servilleta y unto un churro en chocolate. Y muy despacio lo chupa y después lo muerde.
- Vale es un churro.
- Que lista, ahora más difícil.
Me unto chocolate en la mano, y se la acerco ella la chupa y arruga la nariz.
- Una mano y espero que te la hubieras lavado.
- Si tu lo dices...
- Que cerdo.
- Que siii, venga la última.
Me unto chocolate en los labios y se los acerco, ella reconoce con la lengua lo que es y me quita todo el chocolate de la boca, lamiéndolo.
- Los labios, y como lo he acertado todo me debes un premio ¿no?- dice a escasos milímetros de mi boca.
- Por supuesto.- me vuelvo a mojar los labios con chocolate y la beso.
Un beso muy dulce con sabor a chocolate.
Salimos de la churrería y ya son las siete y media.
- Creo que es hora de que nos preparemos para cenar.
- ¿Y de donde vamos sacar ropa arreglada?
- Ven.- me dice cogiéndome de la mano y llegamos a una tienda.
Gin se da un abrazo con la dependienta que habla español también.
- Dani te presento a mi amiga Alicia, es estilista, ella te ayudara a elegir algo para esta noche, hazle caso que sabe de moda. Yo me voy a por mi vestido.
- Pero no llevo dinero.
- Ya esta todo controlado.- dice, me da un beso y se va.
- Bueno Dani nos quedamos solos, será mejor que empecemos, tenemos trabajo.
- Claro, a tus órdenes.
Mientras Alicia y yo buscamos la ropa para ir a cenar me cuenta bastantes cosas sobre Gin, sobre su vida en Madrid, eran compañeras de colegio y grandes amigas. Ella es la hija de los dueños de aquel restaurante español pero ella estudia en un instituto público, y trabaja en la tienda para sacarse dinero.
- Para mi con esto estas perfecto.- Alicia y yo elegimos una camiseta marrón unos vaqueros negros y una americana negra también.
- Muchas gracias Alicia, no se que habría hecho sin ti.
- No me las des y toma la dirección del restaurante Gin ya esta allí.
- Gracias otra vez adiós.
- Adiós Dani.
Me voy a la dirección que me ha dado Alicia del restaurante y me encuentro con un restaurante un tanto peculiar, es un restaurante griego. Veo a Gin desde fuera con un vestido verde y unos tacones negros, el pelo lo lleva recogido en una trenza al lado, esta preciosa.
- Hola guaperas pensaba que no llevabas.
- Buenas, mira que cuando te arreglas llegas a estar buena y todo.
- Capullo.
- Guapa.
- Vaya Alicia si que te ha dejado guapo.
- Si y también me la he tirado en los probadores, no ha podido resistirse a mi.
- Vete a la mierda.
- Es broma tonta.
- Si claro.
- Bueno y ¿este restaurante?
- Es un restaurante griego, en España fui a uno y me encanto es algo distinto.
- No esta nada mal pero no supera mi italiano.
- ¿Que no? Chaval espera a probar la comida y me cuentas.
Cuando llega el camarero Gin pide de beber dos copas de retsina que es un zumo de piñones típico en Grecia, para comer dos moussakas que son berenjenas con carne canela y vino rojo. Y de postre baklavas que es una pasta de hojaldre con miel vainilla y almendras.
- Tengo que reconocer que estaba todo buenísimo.
- Te lo dije.- me dice mientras salimos del restaurante.
- Tenemos que venir más veces, la próxima invito yo.
- Dani no creo que haya una próxima.
- ¿Por qué?
- Dani tienes novia.
- Pero yo pensaba que hasta...
- ¿Hasta lo íbamos a hacer?
- Bueno si...
- No es que no tenga ganas, pero sabes que la gente se enteraría y me llamarían puta, zorra o cosas peores, ya estamos haciendo bastante mal saliendo juntos así.
- ¿Y qué vamos a hacer?
- No lo se.
- Tengo una idea, ¿has leído buenos días princesa, a que si?
- Si, es uno de mis libros favoritos.
- Yo me lo se de memoria, Belén me lo ha contado tantas veces. En el libro Raúl y Valeria mantienen lo que tienen en secreto para no hacer daño a Eli que es su amiga, hagamos eso salgamos en secreto.
- Ya pero es que Raúl no tiene novia en el libro y tu sí.
- Sal con Marco.
- ¿Cómo? Si no me gusta.
- Da igual, así los dos tendremos pareja y nadie sospechara. Venga Gin dame una oportunidad, sólo quiero conocerte, a parte podrás darme celos con Marco y se que te gusta que me ponga así.
- Y tu a mi con Belén, a parte me da pena utilizar a Marco.
- Venga Gin te mueres por hacerlo, arriesgate.
- Esta bien.
- Genial.
- ¿Entonces que somos?
- Amigos con derecho a roce.
- ¿Cómo en la película?
- Claro, no nos pondremos presiones, ni nos agobiaremos, tendremos espacio.
- Me parece bien.
Llegamos a su habitación.
- Mañana quedamos, ¿no?- digo sonriendo.
- Mañana he quedado por la tarde con las chicas, y tengo que hablar con Marco, así que nos vemos el lunes en clase.
- No puedo aguantar tanto sin estar a tu lado sonrojandote.
- Yo no me sonrojo.- en ese momento se toca las mejillas que están calientes y rojas.
- Pero si me encanta.
- No sabía que lo hiciera.
- Te pasa cada vez que digo algo así.
- Mentira.- y el color rojo vuelve a sus mejillas.
- Si tu lo dices, pero yo mañana quiero verte.
- Pues haz algo para que nos veamos, buenas noches.
- ¿Eso es una despedida?
- Pues sí.
La cojo de la cintura, la acerco a mi y la beso. Nuestras lenguas juegan durante varios minutos e intento bajar a su culo pero ella me lo impide.
- Eso es una despedida, aunque hubiera estado mejor si me hubieras dejado bajar más.
- Sigue soñando.
- Bueno pues me voy con Belén que me deja que toque eso y más.
- Pues estás tardando en irte.- dice volviéndome a abrir la puerta de la habitación enfadada y la giro sujetándola de forma que se queda mirándome.
- Me encanta que te pongas celosa.
- Y tu a mi me pones enferma.
- Tu a mi me pones y ya esta.
- Imbécil.
- Guapa.- y antes de que me insulte otra vez le robo un beso.- Que duermas bien.
- Tu no por capullo.
Y me voy por el pasillo riéndome.
Narrado por Gin.
Me tumbo en la cama y repaso estás últimas semanas, que han sido de todo menos normales. Pero en el que pienso es en Dani, ¿que somos ahora? El me ha dicho amigos con derecho a roce, no se sí acabáremos bien pero no es una mala idea. Verse a escondidas tiene su morbo.
Mi móvil vibra.
Es un WhatsApp de Dani.
- Se me ha olvidado darte las gracias por hoy ha estado genial, y te repito que me encanta cuando te pones celosa. Mañana sin falta nos vemos. Buenas noches GinTonic.
Odio cuando me llama GinTonic pero el es genial y me gusta mucho, ahora me toca dormir y a quien la mando el ultimo WhatsApp no es a Dani, si no a Marco para que hablemos después de comer, me toca pedirle salir y me pongo a pensar como decírselo.
Pero sin duda mi último pensamiento antes de dormir es el de que hará Dani mañana para que nos veamos.
Amigos con derecho a roce, que locura pero... Es que me encanta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario