martes, 10 de septiembre de 2013

Capítulo 21.

Narrado por Dani.

Mierda. Mierda. Mierda. La he cagado pero bien. Tengo que ir a por Gin ya. 
Pero cuando salgo a la puerta veo a Gin entrando en el coche de otro chico, ¿quien será?, me suena su cara pero no consigo reconocerlo.
Veo que Gin se da cuenta de que he salido y me mira desde la ventanilla, en ese momento Belén aparece detrás de mi.
- ¿Por qué has salido tan rápido?
En ese momento no se me ocurre otra cosa nada más que besar a Belén, para que Gin se de cuenta de lo que se pierde.
Ella gira la cabeza dolida, si ella juega con todos yo también.
Ninguna chica me cambiará nunca. Nunca.

Narrado por Gin.

Entro en el coche de César y mientras el arranca veo como Dani sale fuera de la discoteca y se queda mirándome, después sale la rubia descerebrada y se besan.
Definitivamente Dani ha perdido los pocos puntos que le quedaban conmigo, giro la cabeza para no contemplar esa repulsiva escena.
- ¿Una mala noche?
El comentario de César me hace volver a la realidad.
- Pésima.
- Bueno voy a poner algo de música, eso siempre anima.
En la radio empieza a sonar una canción de un grupo de chicos bastante pegadiza y empiezo a tararear el estribillo que se repite.
- ¿Te gusta Green Day?- me pregunta César cuando me oye tararear.
- ¿Estos son Green Day?
- Si.
- Entonces me gustan.
- Genial, ya tenemos algo más en común a parte de los rizos.- me dice con una de sus rompedoras sonrisas, que hace que sonría por primera vez en un buen rato.
- ¿No sabes quien soy? ¿Ni te suena haber oído hablar de mi?- ese comentario me deja un poco confundida.
- No...¿debería conocerte de algo?

Mi móvil empieza a sonar e interrumpe nuestra conversación.
- ¿Sí?
- Gin, ¿dónde te has metido? Te he visto a salir y como no entrabas le he preguntado a la Barbie que donde estabas y me ha dicho que te has ido.- Ángela con sus particulares gritos casi me deja sorda.
- Eh pues estoy con...- me quedo mirando a César sin saber que decir- un chico que he conocido en la discoteca.
- Mira si serás guapa que hasta con el conjunto de lío de una noche te vas a la cama con un tío, ¿estará bueno no?
- Mira que eres burra.
- Gin te dejo, un chico de tercer grado me esta mirando demasiado y tengo que dejarle claro que tengo novio.
- Vale, te quiero adiós.
- Usa condón, yo también te quiero, adiós.
Y antes de que cuelgue oigo como se pone a llamar al supuesto chico de tercer grado.
Ángela tenía grados para calificar a los chicos, el de tercer grado era moreno con ojos marrones, segundo grado rubio con ojos azules o verdes y primer grado moreno con ojos verdes o azules.

- ¿A dónde te llevo?- me pregunta César.
- A la residencia del internado que esta a las afueras, yo te guío.
- ¿Estas en un internado?
- Si, es un horror la verdad.
- Yo también estuve en uno y odiaba tener que llevar uniforme.
- Ya son tres cosas en común las que tenemos.- le digo con una sonrisa.
- Genial, dicen que hay que tener 20 cosas en común para que al salir con una chica todo vaya bien, oye ¿te apetece tomar la última copa?
- Pues la verdad es que creo que hoy he bebido suficiente.
- Entiendo...
- ¿Cómo es eso de las 20 cosas que hay que tener en común?
- Sí, mira si dos personas tienen 20 cosas en común las probabilidades de que todo salga bien son más altas, o eso leí.
- No estoy de acuerdo.
- ¿No?
- No, ¿nunca has oído que los opuestos se atraen? Muchas personas son distintas pero encajan como pareja perfectamente.
- Es un buen razonamiento, bueno hemos llegado.
- Encantada de conocerte César, muchas gracias por traerme espero que nos veamos algún día.
- Seguro que nos vemos algún día más, toma mi tarjeta esta mi número de teléfono y mi twitter, hablamos Gin.
- Claro, hasta luego.
Y su coche se aleja de mi horrible internado. 

Oigo unos pasos y me encuentro con Julia que llegaba del cine.
- Hola Julia, ¿y Coral?
- Se ha encontrado a una amiga y se ha ido con ella.
- Ah ya veo.
- ¿Y tu no estabas en la habitación con un kilo de helado?
- Déjame que te cuente.
De camino a la habitación le cuento a Julia todo lo que me ha pasado en esta noche y ella como siempre escucha muy atenta.
- A Dani le come la cabeza la rubia esa, que es que es mala pero bueno me interesa mucho ese chico misterioso César.
- Me ha caído muy bien, a ver si lo veo algún día.
- Y si no déjamelo a mi anda.
- Lo he visto primero, lo siento.
- Eso decís todas, buenas noches ricitos.
- Buenas noches Julia.

Me tumbo en la cama y mientras pongo música con mi iPod rosa, me pongo a pensar en todo lo que me esta pasando últimamente y caigo en la cuenta de que no he mirado la tarjeta de César todavía, la cojo nerviosa de la mesa donde tenía las llaves y el móvil y la alumbro con la luz de iPod.

"César Martínez. Estudiante de negocios, camarero y encargado de las listas de la discoteca Funky Buddah." Y detrás ponía como contactar con él.
Claro por eso le dieron los cubatas tan pronto, él también es camarero a parte conocerá a miles de famosos porque es el quien organiza quien pasa al Funky Buddah, por eso me dijo que si no lo reconocía.
Mis ojos se cierran de cansancio pero mi último pensamiento no es como siempre para el de ojos castaños, si no para el chico de la sonrisa perfecta.

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