No me podía creer lo que estaba haciendo Dani. ¿Por qué había venido? ¿Qué quería? Lo tenía claro lo iba a matar.
- Hola, pero que casualidad que nos hayamos encontrado.
- Demasiada diría yo.- le dije mirándole muy enfadada.
Se sentaron con nosotros y Dani se sentó en frente de mí, estuvo toda la noche sonriente y hablador al contrario que los demás que estuvimos incómodos y muy callados.
Cuando terminamos de cenar me levanté.
- Voy un momento al servicio.- Y le hice un gesto a Dani con la cabeza para que viniera.
- Si yo también voy a ir.
Cuando llegamos al baño me contuve para no matar allí a Dani.
- ¿Qué estas haciendo?
- Venir a cenar igual que tu.
- Lo has hecho a posta, tu y yo no somos nada, déjame en paz.
- Y lo de la otra noche, ¿no fue nada tampoco? Gin se que te gusto.
- No, no me gustas nada.
- Mientes muy mal Gin.
- Mira déjalo, ya hablaremos esto luego, nos están esperando.
- Mejor, más tiempo para estar contigo a solas.
- Que imbécil eres.
- Pero te encanto.- dice sonriendo.
Cuando llegamos a la mesa pagamos la cuenta, y ahora si cada uno se va por su parte.
- Pasadlo bien chicos.- dice Dani.
- Lo mismo digo.- digo sonriéndole.
Marco y yo decidimos irnos a por un helado.
- Lo siento mucho Marco, no sabía que el imbécil ese iba a venir.
- Tranquila, centrémonos en ahora.- dice con una sonrisa.- ¿De qué quieres el helado?
- De chocolate por favor.
- Vale, voy a pedirlos.
Marco es un cielo, hablamos toda la noche y reímos, cuando llegamos a la residencia nos despedimos con dos besos y nos damos nuestro número de teléfono.
Cuando estoy llegando a mi habitación me acuerdo que este fin de semana estoy sola porque Julia se ha ido con sus padres.
Justo cuando voy a cerrar Dani se cuela en mi habitación.
- Deja de colarte en mi habitación pesado, fuera.
- ¿Qué tal con Marco?
- Genial, me gusta mucho.
- Mentira.
- A ver Dani, acéptalo no me gustas, lo de la otra noche fue un calentón y ya está, admite que por una vez en tu vida a una chica no le gustas.
- No puedo, y por eso voy a conseguirte, sólo quiero que seas mía y de nadie más.
Y cuando dice esto pone las manos en mi cintura y empieza a besarme el cuello, yo no se lo impido, cierro los ojos y pienso en lo que me ha dicho que sólo quiero que sea suya. No lo soportaré pero me encanta.
- Sabia que te gustaba.- en cuanto dice esto abro los ojos.
- No me gustas.
- ¿Y por que no me paras?
- Yo...
- Tu...
- Tienes novia.
- Déjate llevar Gin.
Y en cuanto dice esto empieza a besarme en la boca. Lo paro.
- No, no quiero ser otra chica de usar y tirar.
- No vas a ser así.
- Venga Dani a ¿cuantas le has dicho eso?
- A las mismas que me han dejado con un calentón o a las que he ido a su cita por miedo a que no fueran mías, o sea a ninguna.
- No te creo.
- Estoy siendo sincero, pero no me creas allá tu, por cierto ¿esta noche estas sola no?
- Si, pero no te vas a quedar aquí ni de coña.
- Pues entonces tendré que decirle a Marco lo que hicimos la otra noche.
- No te creerá.
- Bueno teniendo en cuenta lo que ha pasado hoy, yo creo que por lo menos sospechará y que lastima con lo bonita pareja que hacíais.
- Eres un asqueroso, imbécil, insoportable.
- Si, pero este asqueroso, imbécil e insoportable va a dormir contigo hoy.
- Como se te ocurra hacerme algo te parto la cara.
- Tranquila no pasará nada, o quizás si quien sabe.- dice metiéndose en la cama.
Me voy a ponerme el pijama y cuando salgo veo a Dani en mi cama mirándome de arriba a abajo
- Vaya que guapa estás.
Me meto en la cama y apago la luz.
- Buenas noches y a dormir.
- Buenas noches, no lo tengo tan claro eso de dormir.- y cuando dice esto le doy una patada.
Tengo al lado a Dani medio desnudo en mi cama, con las hormonas revolucionadas, y yo que no se si voy a poder resistir a lo que me haga Dani, porque algo va a hacer.
Noto sus manos en mi espalda.
- Dani para.
- Tranquila solo es un masaje lo prometo.
Pero lo que comenzó como un masaje iría yendo a más y más y más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario