jueves, 4 de julio de 2013

Capítulo 1.


Narrado por Gin.

Suena el pitido del insoportable del despertador, el verano ha terminado empiezan las clases, y no es el mejor año para mi.
Antes de nada tengo 17 años, y debido a mi nivel de inglés mis padres han decidido apuntarme a un internado en Londres, lo mejor de todo es que no conozco a nadie.
El despertador suena a las 7 en punto, y después de desayunar y recoger las maletas mis padres me llevan al internado, en el coche mis padres se despiden de mí. Dicen lo típico que suelen decir los padres portate bien, habla mucho inglés, no hagas locuras... no los voy a ver hasta navidades pero eso no esta tan mal.

Una vez allí me encuentro en uno de los inmensos jardines de la residencia de estudiantes en la que estoy con el que será mi tutor y mi profesor de música, es un hombre muy alto y delgado. 
- Buenos días, Ginebra Fernández ¿verdad? 
- En efecto, y usted ¿es?
- Su tutor y profesor de música Will, encantado
- Igualmente, puede decirme donde está mi habitación quiero instalarme lo antes posible.
- Por supuesto, la 521 su compañera está allí esperandola.
- Gracias, hasta luego.

En el camino a mi habitación me encuentro con todo tipo de chicos, los guapos de club de fútbol con las típicas animadoras, los empollones, los raritos, los normales...la verdad es que me recordaba a mi serie favorita Glee. Y ahí estaba mi habitación la 521 solo pedía que mi compañera fuera normal, y la verdad es que parecío que Dios me escuchó.
Mi compañera se llamaba Julia, era una chica de pelo rizado castaño y ojos azules muy bonitos, bajita pero muy simpatica, es la típica chica perfecta, la verdad esque sus notas son impresionantes.
- Hola tu debes de ser Ginebra ¿no? Yo soy Julia encantada.
- Hola, si lo mismo digo,  pero mis amigos me llaman Gin.
- Eres novata, yo llevo aquí dos años ya.
- Genial así me podrás orientar un poco jajajaja.
- Si, además estamos en la misma clase, la verdad es que la mayoría de mis amigas se han ido este año así que me alegro de que estes aquí. Salimos y te enseño esto.
- Vale.
Julia me enseñó la residencia, la cafeteria, la sala de descanso, y luego fuimos al instituto vimos el gimnasio, el aula de música, el laboratorio, nuestra clase y fuimos a por mi uniforme que es horrendo odio definitivamente los uniformes.
Después bajamos a cenar, la comida no es muy mala hay mucha ensalada y eso me vendrá bien para bajar unos kilos la verdad, en España comía demasiado dulce.
Al subir a la habitación Julia y yo hablamos sobre nosotras Julia me contó que sus padres la enviaron allí hacía dos años porque se lo recomendaron al ser tan buena estudiante, me dijo que echaba mucho de menos a sus hermanos con los que estaba muy unida. 
Me contó que esto estaba muy dividido los populares por un lado, los jugadores, las animadoras, luego estaban los normales, luego los empollones, y así Julia me dijo que yo de momento estaba en el grupo de los normales, la verdad es que no sabía como tomarmelo, supongo que como un halago.
En seguida nos fuimos a dormir a las 7 teníamos que estar en pie, me tumbé en la cama a escuchar música en  mi iPod, pensando en como transcurrirían estos nueve meses que me quedaban en aquel internado, por lo menos ya tenía una amiga y no me sentía tan sola. Solo esperaba que el día siguiente no fuera muy malo. Y la verdad es que no lo fue.

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