- Julia ¿vas a bajar a cenar?
- Claro.
- ¿Me puedes traer un sándwich cuando vuelvas por favor? No me apetece encontrarme con Dani.
- Claro te lo traeré, pero Gin lo vas a tener que ver tarde o temprano.
- Pero prefiero que sea tarde.
- Bueno como quieras, yo me bajo ya, te traeré el sándwich.
- Vale gracias.- y diciendo esto me meto debajo de las sábanas con la música de mi iPod sonando a todo volumen.
Mientras la música de Glee suena en mis oídos, yo no le presto atención, sigo pensando en el chico moreno de ojos oscuros.
¿Le gustaré? Digo yo que algo le tengo que gustar si no no vendría detrás de mi todo el rato, haciéndome bromas y ese tipo de cosas ¿no? Pero la verdad es que yo no entiendo muy bien la mecánica de los chicos.
Tengo que olvidarme de él, no me conviene. Es el típico chico que se lía con todas pero no le gusta a ninguna y que deja a todas enamoradas.
Si, ya esta seremos amigos. Sólo amigos.
Y sigo escuchando música intentando quitarme a Dani de la cabeza.
Narrado por Dani.
Que gilipollas fui al hacerle eso a Gin, pero si me llegan a pillar otra vez, si que me expulsan y para siempre.
Pero aún así eso no es excusa para dejarla sola, comiéndose todo el marrón. Lo mejor es que no se cómo disculparme, Gin es una chica que tiene mucho carácter y mucho orgullo no será fácil pero lo conseguiré.
Bajo al comedor a ver si la veo por allí e intento que me perdone.
- Hola Julia, ¿no ha bajado Gin a cenar?
- No, se ha quedado arriba ahora le subiré un sándwich.
- Ah... Se lo subo yo ¿vale?
- Bueno, no creo que te abra la puerta esta muy enfadada.
- Ya lo se, pero por intentarlo.
- Que tengas suerte.
- Gracias.
Cojo un sándwich y me voy a la habitación de Gin, con la esperanza de arreglar algo.
Narrado por Gin.
Me pongo el pijama, me hago un moño y me pongo a ver Glee en el portátil, es lo único que me consuela ahora. Oigo que tocan a la puerta, que raro Julia siempre se lleva la llave.
Mi gran error fue no preguntar antes de abrir y aunque sólo abrí un poco, Dani hizo fuerza y entro en mi habitación.
- Fuera.
- Tengo tu sándwich.- dice riendo con cara de seductor.
- Fuera.
- No me iré hasta que no me perdones.
En esos momentos lo más normal en mi es que hubiera empezado a chillar diciendo que se fuera y ese tipo de cosas pero por el contrario me tumbe en la cama apague el portátil me arrope y me intente dormir.
- ¿Que haces?
- Has dicho que no te vas a ir, pues como no te voy a perdonar me voy a dormir, me da absolutamente igual lo que hagas, no pienso hacerte ni caso.- y me tumbo boca abajo y cierro los ojos.
De repente noto un cuerpo acostándose a mi lado, y es que Dani no se da por vencido.
- ¿Pero qué haces?
- Te he dicho que no me voy a ir hasta que me perdones, y estoy cansado.
- Fuera de mi cama.
- Ni de coña, además has dicho que me ibas a ignorar.- dice con una sonrisa de oreja a oreja.
- Es verdad, buenas noches.
- Buenas noches.
- Una cosa, si te perdono me dejarías en paz y te irías al instante.
- En cuanto me lo dijeras saldría por la puerta sin quejarme.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo.
Noto su aliento caliente en mi cuello y entiendo lo mucho que me gusta, una mano caliente sube por la piel desnuda de mi espalda acariciandola suavemente y va bajando hasta mi muslo pasando por mi ingle. Pero en vez de pegarle la hostia del siglo, se me ocurre otra idea mejor.
Apago la luz para que no se vea nada y me doy la vuelta mirándole a él, y empiezo a acariciarle el pecho despacio y a darle pequeños besos en el cuello. Él sorprendido hace lo mismo, tocando mi espalda y mis muslos pasando por mi culo varias veces.
Me pongo encima de el le quito la camiseta y le doy besos en el pecho, noto como le gusta y su respiración es más entrecortada, me quita la camiseta y antes de que pueda tocar nada de mi delantera me agacho le empiezo a besar los labios y bajo mi mano hasta su entrepierna que acaricio con el pantalón, por supuesto y noto como el bulto de su pantalón sube, se me escapa una risa. Sigo besándole el cuello hasta subir a su oído donde le susurro.
- Te perdono, puedes irte.
Me quito de encima de él, me siento en la cama y me pongo la camiseta, creo que soy la primera que lo deja con el calentón.
- Esto no va a quedar así, lo terminaremos algún día.-dice sonriendo.
- Sería divertido volverte a hacer lo mismo.- digo yo.
- No te dejaría escapar, nunca.
Y después de decir esto se acerca a mi y me da un beso, un beso largo. Que sería el primero de muchos besos así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario